Desde pequeña Walt Disney me ha hecho creer en que siempre hay un príncipe para cada princesa. Me he creído eso y me he hecho un mundo lleno de fantasía. Campos verdes, flores de todos los colores, pajarillos cantando, palacios con torres, vestidos preciosos, y lo más esperado por todas: un príncipe que venga a buscarte en un caballo blanco; me creé un mundo de princesa y me falta el príncipe. Todos los que han pasado por aquí han resultado sapos. Me enamoré de uno, pensando que sería mi príncipe, pero no, no fue así. ''Mi príncipe'' me hizo mucho daño. No puedo vivir con él porque me mata, pero lo peor de todo es que ahora sin él ya no vivo.Este no es el cuento que nos contaron de pequeñas. Deja de soñar con que esta vez se hará realidad, y que ese principe azul que tanto tiempo llevas esperando, va a venir con un zapato de cristal para ti. No pienses que te va a hacer sentir tantas cosas. Tienes que saber que ahora, formas parte de un mundo, un mundo real, en el que un solo movimiento en falso, podría causar daños irreparables a tu felicidad. No tiendas a imaginar el sonido que producirían sus labios al abandonar los tuyos, o con la forma que adoptan sus brazos, al estrecharse en tu calido y delgado cuerpo.. Alza tu rostro, y piensa que a pesar de todo lo anhelado, vas a ser feliz tal y como tú lo habías planeado. Olvida los castillos y los zapatos de cristal.. los príncipes, las princesas y las ranas de los cuentos.